11.3.10

From LAX II

En ese país extraño, David aprendió muchas cosas.
Y sufrió para aprenderlas.

Lloró durante muchos días, las lágrimas eran de impotencia.

Lloró cuando documentó el equipaje, también lo hizo cuando le pidieron el pase de abordar.
Lloró cuando vió el número de asiento que le correspondía.
Cuando se asomó por la ventanilla, no pudo contener el llanto.
Una lágrima rodó por su mejilla cuando le dió el primer sorbo al agua mineral que había pedido.
Se le quebró la voz al querer decirle gracias a la asistente de vuelo.
Lloró en el baño, en el pasillo, cuando el capitán dió las gracias por viajar en esa aerolinea.
Cuando bajó del avión seguía con su llanto; igual al momento de tomar un taxi.


Pero cuando estaba a una calle de llegar a su casa, se limpió las lágrimas, contuvo el aliento, se relajó, se compuso sus vestiduras, aclaró su garaganta.
Cuando se vió al espejo, no se le notaba que hubiese llorado.

Y entró a su hogar.

Nadie lo esperaba, pero todos se encontraban reunidos a la mesa.
Y la pregunta no se hizo esperar.

-¿Como no te mataron por alla?

David, lloró parte de la tarde y toda la noche.

3 comentarios:

Kukis dijo...

seguirá llorando???

La Mataviejitas dijo...

NO MAMEES PERO AAAAAAAA
QUE FINAL
WOOOOOOOOW
JAJAJAJA

Ese viaje le enseño algo
el sufría al estar lejos de casa
y se dió cuenta que tambien podria sufrir dentro de ella
(estatica de television)

Un chico de Lima dijo...

esperemos que no siga llorando...