Imaginario

Saúl era un niño muy reservado, alumno de 10 para todas sus asignaturas.

Siempre fué el primer lugar en el cuadro de honor de inglés y también de español.
Perpetuo abanderado de la escolta.
Atendía una casa de adultos mayores y un refugio de animales callejeros.

Pero Saúl tenía un amigo imaginario: Billy

La madre de Saúl nunca le permitía salir a jugar con los demás niños, asi que tuvo que inventarse a un compañero.

Billy siempre tenía la culpa de todo:

Ya estropeó el vestido de mamá.
Ya prendió fuego al perro de la vecina.
Puso el coche de papá en las vías del tren.
Ha roto ventanas de la casa, insultado a las hermanas y violado a las primas.
Hubo matado al cura del pueblo y pintado con sangre algunas imágenes de esa iglesia.

Pero alguna vez tenía que madurar ese niño...

El amigo imaginario desaparecio esa tarde en que se dió cuenta que Saúl lo había inventado.