Y estaba diseñado perfectamente para adaptarse a él.
Era un precioso artefacto de ingeniería, lustrosa y brillante su cara.
Los bordes redondeados y suaves.
Hacía en perfección lo que la voz del humano le dictaba; desde revisar la redacción de un complicado ensayo en alemán, hasta proporcionarle un sencillo tutorial de tap-tap.
Llegó una tarde lluviosa en que él pensaba suicidarse. Este aparato le retiró la soga del cuello, lo llevó a su cama, lo arropó, le preparó un té y con las palabras mas dulces le contó la historia de su vida.
Hasta que el hombre cayó en un tierno sueño.
Ha pasado mucho tiempo desde entonces y son grandes amigos.
Ya no existe nadie mas en su vida.
Hasta el gato encontró un gran compañero de vida.
2 comentarios:
yo por eso oigo mi musica en mi cabeza
LA TECNOLOGIA NOS HACE INUTILES... DESPUES NOS ATACARÁ
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