Ahi estaba, al otro lado de la calle, sonriente.
Sonriente como cuando formaba la pirámide en el equipo de porras de su escuela.
Sonriente como cuando su madre iba a recogerla los viernes para ir a comer.
Igual, mas joven incluso que antes de su muerte.
Su madre, que se encontraba atendiendo a uno de sus pacientes, se asomó por la ventana de su consultorio, solo para contemplar por segunda ocasion a su hija, cruzando la calle sin ayuda de nadie.
7 comentarios:
amores...
Y ese fué el fin???? o el inicio de una tragedia más que será motivo de risas para el robot???
hola niño! ....muy buena..pero me parece que te gano con mi entrada de la hepatitis C! jejeje verdad? jejeje
:]
Y era rubia, te lo apuesto.
Y contrario a lo que todos pensaron siempre, no era rubia natural, jajaja.
Interesante el relato... pues puede ser el fin o el inicio jajaja.
Saludos, solo aqui de visita.
Muy en onda el blog.
@JAVIER: Si, asi se llama la calle, gracias por andar por aca!
@COLORES: Yo tomo la tragedia en la vida de una persona y obligo al mundo a vivirla, jajajaja...
@SAMED: No me ganas, no sabes de lo que era capaz noemi.
@MICMACSGOODLOVER: Lo es, Lo era.
@MOKA MOLA: Gracias por andar por el blog, welcome.
efectivamente, parece el fin, pero es el inicio.
....me parece que tienes la razón tu imaginación es mayor....pasa a mi blog! bye bye
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