True to life

Sobre de mi pesa una poderosa maldicion.

La maldición de los números frecuentes.

Telcel, a quien vamos a llamar de ahora en adelante "La Compañía", ofrece un servicio que muy sabiamente lleva el nombre de "Los números frecuentes".

Yo tengo contratado ese servicio.

Nunca te metas con La Compañía; quiero decir, nunca te atrases en tus pagos, nunca digas groserías por teléfono, ni se te ocurra hablar mal de quien dirige la compañía.

Yo lo he hecho de una manera discreta, no queriendo meterme en problemas, pero lo que hice no es un poco comparable con lo que me hicieron.

Verán, me llamo Guillermo, usted me lo pregunta por entrar de algún modo en conversación, lo puedo notar. Y cuando hace 6 años contraté con La Compañía, no estaba ni cerca de imaginar que sería el protagonista de una increible y triste historia.

No voy a decir lo que hice, por lo tedioso que puede resultar que ustedes se enteren de que no todos en este mundo respetamos a la autoridad, si, La Compañía es La Autoridad. (contraten y verán).

Puedes escoger a 6 personas (aquellas a quienes creas tu que hablas mas seguido) para que las llamadas que realizes no tengan ningún costo. Estas personas generalmente estan muy bien ligadas a ti.

Talvez tu novia, tu esposa, tu mejor amigo, tu padre o tu madre y tus hermanos.
Así no gastarás tanto por hablarles. Excelente idea de La Compañía!

Yo, desde que tengo esta maldición, todo aquel que escojo para formar parte de mis numeros frecuentes sufre un accidente, es víctima de un asalto, pierde su celular... o mi amistad.

A mi prima le robaron su costoso teléfono minutos después de haber sido dada de alta en mi lista de contactos.
Gaby perdío el aparato por quinta ocasión. De igual manera ella lo pierde todo.
He visto suspendida la amistad de incontable número de amigos.
También he sufrido la ruptura de aquellos amores, de aquellas aventuras de amor.

Se han quemado cosechas, se ha envenenado al ganado, se han roto espejos, raptado y violado a las hijas y las hermanas, se ha acabado la comida, se ha padecido sed, ha venido la muerte a guiñarnos el ojo (en caso de que lo tuviese), han cortado la línea telefonica, la luz, el gas, el Sky, los esposos han cachado a las infieles, los amigos han destrozado matrimonios, las amigas se han matado entre ellas, se ha conocido el cielo de todos los colores que el cerebro es capaz de percibir, ha llovido durante días... durante noches, todas las cosas malas en un instante vuelven a la memoria, y las cosas buenas en ese mismo instante se esconden bajo el comedor.

Y remediarlo? Es muy difícil. Lo he intentado todo, pero mi numero de amigos sigue decreciendo.

Soy malo? No creo. Malintencionado... tampoco.

Si algún día tienes una queja sobre la compañía, asegurate de guardarla muy en el fondo de tus entrañas, lejos de la bolsa del pantalon donde guardas el celular. Y procura nunca de los nuncas hacerle a alguien siquiera pensar que estas un poco a disgusto con los precios o los servicios de la compañia.

Hay un precio muy caro por pagar si así lo haces.