La historia empezó un día de esos que uno no tiene que hacer nada.
Bueno, fué antes. Una buena amiga me recomendó leer su blog. (que mas bien parecían memorias)
Lo lei, y lo volví a leer. Y la manera en que ella escribe me pareció deliciosamente juguetona.
Y tuve unas tremendas ganas de escribir yo también.
Escribir cosas que no necesariamente fueran reales.
Como cualquier persona, escribo cosas felices cuando estoy feliz.
Pero feliz por fuera, como una profesora que tenía en la preparatoria, que le sonreía a los demás.
Raramente, la inspiración llega cuando me siento de la chingada. Recuerdo cuando escribía 4 veces en un dia.
"A ti te pasan las cosas mas extrañas, y luego a mi por andarme juntando contigo". Decían mis amigos, decía mi madre, decían mis primos.
Y dejaron de juntarse conmigo.
Y ya sin nadie a mi lado, encontré un lugar donde un par de desconocidos leerían mis historias, y pensarían un rato en ellas.
Justo ahora escribo desde mi oficina.
La gente pregunta si estoy bien.
Pero eso... Ni yo lo se.
4 comentarios:
yo aun no dejo de juntarme con usted...
ni kiero dejar de hacerlo
yo tampoco quería, y de hecho te extraño bastante...
awww!
...¿quién sabe qué?
Creo que nadie necesita invitación para leer... así que...
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