30.9.10

Así es la vida; brutal

Un milenio después nació mi generación.

Soñabas con dulces uvas doradas, luego con una máquina llamada como un lago, como un río.

Pero no soñabas conmigo, y así de pronto llegué, dentro de una esfera de cristal y aún con mi cordón umbilical sin cortar.

A un milenio de distancia, tu conocías el mundo, sus bondades y sus peligros.

Yo buscaré en tu mente los planos de esa máquina y la habré de construir, y la probaré, y los milenios se volverán segundos.

Y tu y yo seremos iguales, tan amigos como siempre.

1 comentario:

yo dijo...

Creo que el mundo como tal ... es la propia arma del hombre...

recordar es volver a vivir....

imaginar= a pensar

como yo = pienso en ti